Llegas del trabajo a las 20:00, todavía no te has acostumbrado al frío y para colmo otro día que no has podido ir a yoga. Antes de sentirte mal y dejarte arrastrar en el sofá, te aconsejo que pruebes el poder que tienen las velas. Llegar cansada, encender una vela, notar como el aroma a azahar se va esparciendo por el salón, mientras te relajas leyendo el último libro que te hemos recomendado, es calidad de vida.
Te traigo hoy una selección de velas que harán de tu casa un templo. No querrás estar en otra parte, hazme caso.
Dyptique, Paris, perfecta para ambientar durante una cena, sola o acompañada.

Esta vela es perfecta para ambientar el ambiente, inspirada en el mediterráneo, el olor a higuera te transportara a verano, estés en la estación que estés.
Vale Projects, ideal si buscas arte y funcionalidad.
¿Una vela con forma del ojo de Mariscal? ¿Velas naturales hechas a mano? ¿Quieres encargar velas para un evento especial? Carmen Errando está detrás de Vale Projects, donde crea velas con identidad propia.

Foto: Nacho Errando
Rowse, para las que más se miman.
El olor a bergamota y neroli ayudan a desarrollar la creatividad, son frescos y vibrantes, te sentirás muy a gusto cuando esta vela esté encendida. ¿El momento perfecto para esta vela? mientras te relajas con tu skincare.

Cereria Molla, 1899, perfecta para escribir por las mañanas.
La tradición y los años de experiencia, son garantía de calidad. Esta vela de orquídea y lirios es una perfecta aliada si te gusta escribir por las mañanas para vaciar la mente. Es de larga duración, yo la he usado nada más levantarme durante tres meses y medio. La compré en Antevasin's. En cuanto a calidad precio es de las mejores de la lista.

L'Occitane, una tarde de domingo que no será como las demás.
Una vela clásica, de esas de toda la vida. Me gusta está en concreto porque es de lavanda, no hay nada que me relaje más. Además de ser siempre preciosas.

Loewe, el mejor autorregalo.
Esta vela huele a tomatera, te lo prometo. No te puedo explicar como te transporta a estar en un huerto y recoger tomates. Al cumplir treinta me di este capricho y cada vez que la enciendo me pongo feliz. Además huele incluso estando apagada. Además su tarro es una preciosidad.

¿Con cuál te quedas? ¿te animas a sumergirte en el mundo de las velas?
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